Siento que he este año he tenido suerte de no sufrir el síndrome postvacacional pero también creo que no debería sentir SUERTE sinó que todas deberíamos poder equilibrar durante el año esos momentos de pausa y desconexión con los de intensidad y trabajo. Aún así, si la vuelta no te ha terminado de sentar bien o te gustaría leer algunos tips que a mi me funcionan muy bien para mantener la calma en mi interior, ¡no dejes de leer!
1. REVISA TU PROPÓSITO
Emprender es muy complicado, estoy segura que ya lo sabes. Y muchas veces nos perdemos en la cantidad de cosas que hay que hacer y queremos hacer y desdibujamos aquel primer propósito, aquel instinto que nos hizo empezar esta aventura. Te recomiendo que pausadamente crees un ambiente en el que te sientas muy cómoda y protegida y abras un poco esa capa de vulnerabilidad para revisar de nuevo el motivo, la razón o la causa que te empujó a emprender. Reafirmarnos continuamente sobre aquello que queremos y a dónde queremos llegar nos permite sentir que estamos en lo correcto y si hay que modificar algo estar listas para ello.
2. CREA FOTOGRAFÍAS MENTALES
Esta es una idea que he tomado prestada de mi padre. Recuerdo un viaje que hicimos todos en família y cuando nos íbamos mi padre se detuvo y me dijo que era momento de hacer una fotografía mental para recordar ese momento. Y desde ese verano (ni me acuerdo cuantos años hace) hago fotografías mentales constantemente. ¿En qué consiste? En parar, volverte invisible a tu alrededor y mirar aquello que te rodea con los 5 sentidos. De esta manera puedes guardar en un cajón de tu memoria ese momento que te ha aportado tanto.
3. BUSCA UN MOMENTO DE PAUSA EN LA SEMANA
Desde que empecé con Calma Studio y después de ver la vida de varios emprendedores demasiado ajetreados y estresados durante la semana decidí que en la medida que pueda reservaría todos los jueves de cada semana al crecimiento personal y profesional. Es un día que me dedico a mi misma y a mi empresa tanto para realizar aquellas aficiones que me encantan y quizás durante el resto de días no me permite el trabajo como para ver en qué punto estoy con mi proyecto y cuáles son los pasos que quiero seguir.
Si te interesa ahondar un poco más sobre el sentido de la pausa te recomiendo de corazón que leas “Pausa, no eres una lista de tareas pendientes” de Robert Poynton. Inspira de verdad.
4. VALORA AQUELLO COTIDIANO QUE MÁS TE HA LLENADO DURANTE LAS VACACIONES
Hay algo que te puede ser de ayuda y es darte cuenta de cuáles han sido aquellos momentos cotidianos durante las vacaciones que te han cargado las pilas sea por su intensidad o por la tranquilidad que te han despertado. Una vez tengas una pequeña lista de momentos te invito a que mires si puedes incorporarlos a tu rutina diaria. De esta manera puedes llevarte ese instante al resto del año permitiendo, quizás, romper la barrera de que lo que se hace en vacaciones es completamente diferente al resto de los meses que trabajas.
5. REFLEXIONA SOBRE EL RITMO Y LA CALIDAD DE TU DÍA A DÍA
Se que a veces cuesta mucho reflexionar porque abre puertas a miedos y posibles inseguridades, rutinas que realmente no queremos o responsabilidades que a veces nos superan.
Pero si no nos abrimos a entender aquello que quizás no encaja o no funciona en nuestra vida nunca podremos cambiarlo. Si has tenido unas vacaciones impresionantes reflexiona por qué lo has sentido así y si no has tenido la oportunidad de hacerlas como querías también tomate el tiempo de pensar por qué.
Te invito a mirar con qué ritmo y calidad has vivido tus vacaciones y cómo es tu día a día.
Yo este año solo he ido al pueblo de mi abuela dos días durante las fiestas, seguro que te voy hablando de él a menudo ya que es uno de mis pilares en muchos aspectos, y me he llenado completa. Aún con las restricciones que siguen habiendo he sentido la calma que siempre me despierta el simple hecho de estar allí y he vuelto a ver a los amigos que el pueblo une cada verano. Y la verdad que este año era lo único que necesitaba. Ni muchos días, ni un viaje impresionante ni exótico a Bali.
2 días.
Los amigos de cada verano.
Calma.
Paz.
¿Te he contado que el pueblo tiene 50 habitantes y está rodeado de bosque y viñedos?
Espero que estas 5 propuestas te sirvan para entender y poner en práctica qué tipo de Calma necesitas en tu vida diaria y que te permita sentir que vives el camino que tú decides.
- 1. Revisa tu propósito
- 2. Crea fotografías mentales
- 3. Busca un momento de pausa en la semana
- 4. Valora aquello cotidiano que más te ha llenado durante las vacaciones
- 5. Reflexiona sobre el ritmo y la calidad de tu día a día
Gracias por tu tiempo. Estaré encantada de leerte si tienes alguna duda o quieres compartir alguno de tus momentos de pausa.